Fuimos locales otra vez

Hubo un solo equipo, hubo una sola hinchada, él y la del Curuzú Cuatiá. Acompañando el positivo arranque del portugués, un gran número de gente (más de 100 personas), se acercó a Gonnet para alentar al puntero.

El bello día de sol que el sábado disfrutamos bañaba con sus rayos y su calor exclusivamente al sector visitante, quien obnuvilado por esta luz solar y el brillo que recibía de su equipo, se fue triunfante en el atardecer hacia Villa Elisa, en un completo éxtasis visual.

Sin exagerar, ni caer en imparcialidades, hay que decir que tranquilamente el Curu triplicó en número al público local. Algunos con reposeras, mates y de pic nic, otros con bombos, trombón y banderas, u otros simplemente sin ningún accesorio, pero con las mismas ganas, y el mismo amor por el rojiverde, para seguirlo en este clásico hasta la vecina Gonnet. Incluso al llegar y tener que soportar, una popular visitante preparada para delincuentes, con un insólito y peligroso alambre de púas, que hacía imposible disfrutar el partido, sin temer de ser cortado. Pese a este inconveniente el hincha del Curu, no dejó de alentar en ningún momento, y de apoyar con sus cantitos al equipo cuando este más lo necesito. Al ya clásico, "soy del Curu, es un sentimiento no puedo parar...", se escucharon otras canciones un poco más ambiciosas en cuanto a la posición del portugués en la tabla, como el, "por que este año de Villa Elisa, de Villa Elisa salió el nuevo campeón..." Y las agreciones al clásico rival A.D.I.P, "a estos put.. le tenemos que ganar", y también hacia Estrella de Berisso.

La vuelta a casa, por el Camino Centenario, mostraba mucha algarabía, y emoción del público ganador, con bocinazos y banderas rojiverdes flameantes en las ventanas, el Curu que fue local otra vez, volvió a Villa Elisa satisfecho por el espectáculo que vivió, y por sentirse cada vez mas puntero.

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Ignacio Gordillo Fernández